AMENAZAS DE LA RED EN LOS ADOLESCENTES

   Amenazas de la red en los adolescentes

Un artículo de Genesis Moran, Karla Triviño y Bryan Pazmiño


INTRODUCCION


Las redes sociales han afectado directamente en nuestro entorno social, tanto en la forma de relacionarnos, como de conocer personas, así como otras personas pueden conocernos a nosotros. Esto conlleva muchas ventajas, pero también algunos inconvenientes. Para empezar no del todo las redes sociales entre otras aplicaciones han beneficiado la mejora a la comunicación entre los jóvenes y que se fortalezca positivamente la comunidad pero como todo lo bueno igual debemos tener presente los aspectos negativos que pueden ser motivos de alerta para las familias  , hablando de este tema extenso e interesante debemos saber que cuando se expande el tema de amenazas en las redes y la mayoría de casos un gran porcentaje la población más afectada es la adolescente, jóvenes ya que son vulnerables y pueden dejarse llevar hacia un engaño o en los peores casos acosos por medio del internet.

En la acTualidad gran cantidad de jóvenes hacen uso de las redes sociales es algo ya cotidiano como pueden ser redes sociales (Facebook, Instagram, WhatsApp, telegram) y ahora lo más novedoso que serían aplicaciones para conocer personas y salir con desconocidos y es donde el riesgo se incrementa y la mayoría no toman decisiones maduras sobre sus redes sociales los casos de acoso por internet han subido las cifras anualmente esto en si también se podría llamar ciberdelincuentes que sería cuando adultos se crean cuentas para aprovechar esa inocencia y esto puede llegar a grandes desgracias para una niña o niño para poder englobar se hablaría de un cyberbullying, grooming, sexting, exposición de datos personales, acceder contenidos inadecuados entre otros puntos también relevantes y no se debe dejar de lado la importancia de que los padres tienen en casa en el control de redes del tiempo que se les da para navegar de ellos estar pendientes del contenido el cual ven día a día sus hijos .

DESARROLLO

Las redes sociales forman parte de nuestra vida. Plataformas como Facebook, Twitter e Instagram han revolucionado la manera de conectar entre nosotros y son utilizadas por una de cada cuatro personas en todo el mundo.

Las redes sociales se han convertido en un espacio en el que formamos y construimos relaciones, configuramos nuestra propia identidad, y nos expresamos y conocemos el mundo que nos rodea. ¿Pero hemos valorado suficientemente qué riesgos supone?

La mayor incidencia del uso de las redes sociales se da entre los jóvenes de 16 a 24 años, un periodo crucial para el desarrollo emocional y psicosocial de las personas. Precisamente por ello, es necesaria una mayor comprensión del impacto de las redes sociales en los jóvenes, poniendo especial interés en cómo éstas pueden afectar a su salud mental.

¿De qué manera las redes sociales afectan a la salud mental?

Muchos jóvenes no han conocido un mundo sin acceso a Internet y redes sociales. El uso diario, o casi diario de Internet, ha aumentado rápidamente en la última década. En 2007, sólo el 22% de las personas del Reino Unido tenían al menos un perfil en las redes sociales; mientras que el 2016, esta cifra había aumentado al 89%. Ser un adolescente es ya bastante difícil, pero las presiones a las que se enfrentan los jóvenes conectados a las redes son sin duda únicas para esta generación digital.

Sabemos que las redes sociales más populares son fuente de innumerables beneficios y ventajas para sus usuarios, pero también generan efectos secundarios poco saludables. Un nuevo estudio, realizado entre jóvenes británicos, se centra en un problema muy particular: el bienestar y la salud mental de los usuarios de estas aplicaciones, sobre todo Instagram, la que se considera la peor red para la salud mental de los adolescentes.

Los efectos negativos

Ansiedad y depresión

Uno de cada seis jóvenes experimentará un trastorno de ansiedad en algún momento de su vida, y las tasas de ansiedad y depresión en los jóvenes han aumentado un 70%. El estudio ha demostrado que cuatro de cada cinco jóvenes afirman que el uso de las redes sociales provoca que sus sentimientos de ansiedad empeoren. Ver amigos constantemente de vacaciones o disfrutando de las noches, puede hacer que los jóvenes sientan que se están perdiendo cosas mientras que otros disfrutan de la vida. Estos sentimientos pueden promover un "comparar" y un efecto de "desesperación".

Las imágenes a menudo poco realistas que se ofrecen en las redes sociales pueden hacer que los jóvenes tengan sentimientos de autoconciencia, baja autoestima y la búsqueda del perfeccionismo que puede manifestarse como trastornos de ansiedad.

Además de los trastornos de ansiedad, casi 80.000 niños y jóvenes del Reino Unido sufren depresión severa. Hay una creciente evidencia que vincula el uso de las redes sociales y la depresión en los jóvenes. El uso de las redes sociales durante más de dos horas al día también se ha asociado, de forma independiente, con la mala auto apreciación de la salud mental, un aumento de los niveles de angustia psicológica y la ideación suicida. Este fenómeno se ha etiquetado incluso como "depresión de Facebook".

Dormir

El sueño y la salud mental están estrechamente relacionados. El sueño es especialmente importante en los jóvenes y adolescentes, ya que el dormir es un momento clave para su desarrollo. El sueño es esencial para que podamos funcionar correctamente durante el día y los adolescentes necesitan alrededor de 1-2 horas más de sueño diaria que los adultos.

Numerosos estudios han demostrado que el uso creciente de redes sociales tiene una asociación significativa con la mala calidad del sueño en los jóvenes. Utilizar las redes sociales a través de teléfonos, ordenadores portátiles y tabletas por la noche antes de dormir también está relacionado con un sueño de mala calidad. Se piensa que el uso de luces LED antes del sueño, puede interferir y bloquear procesos naturales en el cerebro que desencadenan sensaciones de somnolencia, así como la liberación de la hormona del sueño, la melatonina.

Esto significa que se tarda más en dormir y las personas terminan consiguiendo menos horas de sueño cada noche. Uno de cada cinco jóvenes afirma despertarse durante la noche para consultar mensajes en las redes sociales, lo que multiplica por tres el hecho de sentirse cansados en la escuela, en comparación con los compañeros de clase que no utilizan las redes sociales durante la noche.

Imagen corporal

La imagen corporal es un problema para muchos jóvenes, tanto hombres como mujeres. Hay 10 millones de fotografías nuevas cargadas sólo en Facebook cada hora, ofreciendo constantemente las posibilidades de compararse. Un estudio también ha demostrado que las chicas expresaban un deseo para cambiar su apariencia como la cara, el pelo y/o la piel después de pasar tiempo en Facebook.

Acoso cibernético

El acoso durante la infancia es un factor de riesgo importante para una serie de problemas, incluida la salud mental. El aumento de las redes sociales ha hecho que casi todos los niños y jóvenes estén en contacto constante entre ellos. La jornada escolar permite interacciones cara a cara y el tiempo en casa está lleno de contactos a través de las plataformas de las redes sociales. Aunque buena parte de esta interacción es positiva, también presenta oportunidades para aquellos que quieren continuar con su abuso incluso cuando no están físicamente cerca de un individuo.

El aumento de la popularidad de las aplicaciones de mensajería instantánea, como Snapchat y WhatsApp, también puede convertirse en un problema ya que actúan como vehículos rápidos para difundir mensajes de propaganda y difundir imágenes.

Siete de cada 10 jóvenes han experimentado ciberacoso. Estas estadísticas son extremadamente preocupantes para la salud general y el bienestar de nuestros jóvenes. Las víctimas de acoso escolar tienen más posibilidades de experimentar bajo rendimiento académico, depresión, ansiedad, sentimientos de soledad y cambios en los patrones de sueño y de alimentación, que podrían alterar su vida.

Miedo a perderse alguna cosa (FOMO)

FOMO son las iniciales de fear of missing out, que se puede traducir por "miedo a perderse algo". La expresión describe una nueva forma de ansiedad surgida con la popularización del móvil y las redes sociales, una necesidad compulsiva de estar conectados.

En esencia, FOMO es la preocupación que los eventos sociales, o de cualquier otro tipo, puedan tener lugar sin que estemos presentes para disfrutar. FOMO se caracteriza por la necesidad de estar constantemente conectado con lo que hacen los demás, para no perderse nada. El intercambio de fotos y vídeos en las redes sociales significa que los jóvenes experimentan una corriente prácticamente interminable de experiencias de otros, que potencialmente pueden alimentar los sentimientos de que se están perdiendo cosas.

Se pierden habilidades sociales

Es muy fácil relacionarse a través de la seguridad de estar detrás de una pantalla, o incluso del anonimato. Es más fácil dar tu opinión, debatir, e incluso ser valiente y enfrentarse a las personas escudándose tras una pantalla. El problema viene cuando pierden habilidades sociales para hablar y debatir en persona, cara a cara.

 

 

Dar datos personales

Debemos advertir y educar que nunca, bajo ningún concepto, faciliten sus datos personales a nadie. Ni dirección, ni DNI, ni datos bancarios.

Dar ubicación geográfica

La mayoría de las aplicaciones usan la geolocalización y animan a activarla. Por motivos de seguridad, no es buena idea compartirla, recomiendo mantenerla desconectada.

Tener activada la webcam

Hay aplicaciones que permiten acceder al ordenador de otra persona y acceder a su webcam. Si eso pasara, aunque no es algo muy usual, podrían verte sin tú saberlo. Por eso es buena idea tapar la webcam con una pegatina para mayor seguridad.

Compartir fotos

Eso es el riesgo más usual al que se exponen. Los adolescentes muchas veces comparten fotografías sin analizar mucho las consecuencias. Una foto con poca ropa, una pose sensual, una noche de borrachera, etc. A lo mejor les parece buena idea compartirla con el mundo en ese momento, o con una persona en concreto, pero una vez subida a la red esa foto ya permanece al público para siempre y dejamos de tener el control sobre ella. Hay que educarles para tengan conciencia de ello. Educar en el concepto de huella digital.

Compartir textos

Las palabras también son importantes, no solo las imágenes. Los comentarios que hacemos hoy en las redes van a permanecer públicos para siempre. Por eso hay que educarles para que se paren a pensar unos segundos antes de publicar cualquier opinión. Sobre todo, el Twitter, donde muchas veces se forman debates poco constructivos.

Ciberbullying

Tristemente el bullying es un fenómeno que sigue ocurriendo cada día. Pero hoy ha traspasado a las pantallas. El ciberbullying es insultar o atacar a un compañero o compañera escudándose tras la pantalla, o incluso agredir a un compañero y compartirlo en las redes para hacer pública la burla. Hay que educar en respetar a los demás, dentro y fuera de las redes, y a detectar a las posibles víctimas o agresores de esos tipos de abusos.

Quedar con desconocidos

Los adolescentes a través de las redes se relacionan con sus amigos, pero también conocen a amigos nuevos. El problema es que es muy fácil mentir a través de la red, y puede ocurrir que la persona con la que hayan quedado no sea quien dijo que es. Puede ser físicamente distinta, o incluso tener más edad de la que había aparentado. Debemos advertirles que no es buena idea quedar con desconocidos, pero que si lo hacen: nunca vayan solos, siempre queden en un sitio público, queden durante el día, e informen siempre a alguien con quién han quedado y en qué lugar.

Popularidad medida con los followers

Cuantos más seguidores tienen más populares son, esto hoy en día funciona así. Aunque de los seguidores que tengan la mitad ni los conozcan ni interactúen con ellos. El afán por ser popular, y poder mostrarlo en las redes a través de un número, condiciona muchos las relaciones sociales de los adolescentes -y de muchos adultos-. Pero hay que transmitir que la amistad no es así, que la amistad no es un número, una colección de personas, que la amistad es el contacto real entre personas con intereses comunes.

Autoestima a cuesta de like

Los adolescentes comparten en las redes su imagen, la mayor parte de las veces una imagen irreal llena de filtros y retoques. Y según los likes y halagos que reciba esa imagen configuran su autoimagen y su autoestima. Condicionar su autoestima según la belleza no es positivo, y menos sobre la reacción de los demás sobre esta belleza que se muestra. Hay que transmitir que la felicidad no viene dada por una imagen, que las imágenes de las redes son imágenes estudiadas y editadas, no son reales, y que lo que importa son las personas que hay detrás.

Retos virales

Los retos virales son juegos absurdos que se comparten tantas veces que se hacen virales, de punta a punta del planeta. Proponen seguir juegos muchas veces absurdos, aunque algunos pueden resultar peligrosos (como por ejemplo el Juego de la Ballena Azul), o incluso retos de hacerse fotos que promocionan los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA).

Ojo, no hay que alarmarse. En la mayoría de los casos las redes sociales son seguras, y no tiene que pasar nada malo si los adolescentes las usan. Pero a veces, hay personas que se aprovechan de la vulnerabilidad de los menores, que pueden aprovecharse de la situación y manipularlos. Por eso hay que estar atentos, no alarmarse, pero sí tomar ciertas medidas, y prevenir los riesgos de las redes sociales en los adolescentes.

Consejos para que los padres o tutores minimicen los riesgos de niños y adolescentes en la Redes Sociales

Ahora que ya conoces los principales peligros de las redes sociales que pueden encontrar tus hijos en ellas, es el momento de darte varios consejos para evitar y prevenir la práctica mayoría de ellos. Eso sí, el primer consejo que te damos es que hables con tus hijos de estos peligros, les expliques sus consecuencias y por qué deben tener cuidado cuando utilizan una red social.

Conocer las Redes Sociales que manejan niños y adolescentes

Es importante que los padres conozcan que redes sociales utilizan sus hijos y que se familiaricen con ellas, desde lo que se puede hacer en ellas, hasta como se puede configurar cada opción de privacidad.

Además, si los padres saben cómo debe utilizarse una red social adecuadamente, podrán explicárselo a sus hijos y enseñarles qué límites hay para lo que pueden publicar y no en ellas o quién no deben comunicarse.

Es importante no limitarse solo a las redes más conocidas, también familiarizarse con aquellas que usan los jóvenes o que se van poniendo de moda entre ellos.

Utilizarlas con sentido común

Ya lo hemos dicho, si los padres saben utilizar bien las redes sociales, podrán enseñarles a sus hijos a usarlas con sentido común, a no compartir información sensible y personal con cualquiera, a configurar las opciones de privacidad, a no aceptar la solicitud de amistad de cualquier desconocido, a no publicar fotos o vídeos de los que más tarde pueden arrepentirse, ni siquiera en conversaciones privadas, etc.

No compartir información privada

Hay que enseñarles que hay información privada y personal que no querrán compartir con todo el mundo que le siga en las redes sociales, que deben mantener privada cierta esfera de su vida personal, especialmente porque no todas las personas que les puedan seguir serán amigos.

No agregar a personas desconocidas

Ya hemos visto que contactar con desconocidos en redes sociales es uno de sus riesgos, por lo que para evitar situaciones peligrosas o de posibles abusos o extorsiones, los padres deben explicarles a sus hijos los riesgos que entraña para ellos agregar a personas que no conozcan a su red de contactos, decirles que es, en parte, como abrir la puerta de casa a un completo desconocido, puesto que podrá ver todo lo que el menor publica en sus redes.

Mientras que no se conozca a una persona en el mundo real, es importante insistirles en que deben ser precavidos, que hay gente que crea perfiles falsos para aprovecharse de otras personas y hacer daño.

Este en un consejo que los adultos también debemos aplicarnos, a la vista de este artículo sobre los engañosos amorosos por Internet en 2020; las apps de citas incrementaron su número de usuario durante lo más duro del confinamiento y con ello las estafas relacionadas con estas apps.

Nunca enviar fotos íntimas

Como ya dijimos, una foto que subes o compartes por una red social o Internet, será muy difícil de eliminar completamente de la Red. A eso hay que sumar el riesgo de ser víctimas extorsiones y chantajes cuando comparten una foto íntima y hacerles entender que da igual que sea con un amigo o completo desconocido, cualquier pueda usar esa foto con fines maliciosos.

Limitar el uso que tienen los menores de las Redes Sociales

Establecer límites al uso que hacen de las redes sociales los menores podrá ayudar a evitar muchos de los peligros que hemos visto aquí. No se trata de prohibírselas, pero si controlar tanto tiempo de uso como el uso en sí que hacen de ellas. Para ello se puede recurrir a diferentes apss de control parental con las que se pueden establecer períodos de tiempo de uso del móvil o una aplicación o estar presentes cuando acceden y usan las redes (aunque esto puede resultar más complicado).

Consejos sobre seguridad en redes sociales. Minimiza riesgos de jóvenes y adultos

Cerramos este artículo con otra remesa de consejos que sirven tanto para que jóvenes como para que adultos usen con mayor seguridad las redes sociales y minimicen los riesgos a la hora de publicar y compartir contenidos a través de ellas.

Revisar que toda la información va encriptada

Cuando uses una red social, asegúrate que esa usa el protocolo «https», es decir, que este aparece en la URL delante de la dirección «www…». Esa «s» nos asegura que la navegación por el sitio web es segura y que la información que compartimos viaja encriptada, lo que hace que elementos como nombres de usuario o contraseñas estén más seguros.

Utilizar contraseñas fuertes y seguras

Usar una contraseña segura y fuerte es garantía de que virtualmente nadie podrá acceder a nuestro perfil en la red social. Por ello, hay que crear contraseñas complejas y con caracteres al azar; cuánto más aleatoria sea una contraseña, menos probabilidades habrá de que romperla.

Además, procura no compartirla con nadie más o dejarla escrita en algún sitio accesible. Emplea una contraseña diferente para cada perfil o cuenta en red social y evita usar fechas significativas, números del DNI o cualquier otro dato relacionado contigo.

Evitar las redes Wifi-públicas

Aprovechar una red Wifi pública puede sonar bien, sobre todo para ahorrar datos y es un recurso atractivo para esos adolescentes con datos limitados, pero tanto ellos como los adultos debemos entender que usar una Wifi pública puede dejar vulnerable tanto la información y datos que compartes como el acceso a tu terminal.

Revisa la Privacidad y el buen uso de cada red social y configurarla correctamente

Es algo que muy poca gente tiende a hacer, pero todos deberíamos leernos los términos y condiciones de uso de las redes sociales en las que nos creamos una cuenta, para saber qué puede y no puede hacerse en ellas. Además de esto, debemos revisar su política de privacidad, para saber qué datos personales recopilan de nosotros y con qué fines y dónde podemos ejercer nuestros derechos de usuarios respecto a ellos.

Y, por supuesto, debemos saber cómo configurar las opciones de privacidad de la que dispone la red social, para limitar el acceso a nuestro perfil y nuestras publicaciones a desconocidos o público en general o quién puede enviarnos un mensaje o conversación privada.

 

CONCLUSION

Como conclusión, los riesgos y peligros de las redes sociales para niños y adolescentes (y también para los adultos) van a estar siempre ahí, evitarlos y prevenirlos es cuestión de sentido común y buen juicio, en evitar ponerse en situaciones de riesgo innecesarias por publicar un contenido o compartir el minuto a minuto de sus vidas, en olvidarse de que se existe un mundo fuera de las redes.

Los padres deben molestarse y dedicar tiempo a aprender sobre cómo funcionan las redes sociales que usan o que pueden usar sus hijos, conocer los riesgos y estar prevenidos para poder evitarlos antes de que se produzcan y enseñarles a no ser víctimas de ellos. Y también, y no menos importante, para que enseñen a sus hijos a usar las redes sociales (e Internet) con responsabilidad y también con respeto hacia los demás.


Y con esto sabemos que no todo en Internet es bueno, hay que aprender a como adaptarse a esto y en sí poder librarse de cualquier maldad digital o de cualquier persona que quiera hacer daño, sobre todo a la juventud.

 



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